¿Cuál es el primer problema que tiene un autor de ciencia ficción al escribir sobre el espacio? La realidad es que no son las batallas, ni las distancias, ni las configuraciones de combate, ni la colocación de tropas, ni el transporte, ni el recorrido a lo largo del universo cuyas distancias nos resultan imposibles de percibir. El verdadero problema en el espacio es la COMUNICACIÓN. Debo recordar que no hace menos de doscientos años (principios del siglo XIX) la comunicación entre los continentes era precaria. Enviar cartas de un sitio a otro del mundo era un proceso complicado que tardaba meses. Las más de las veces las esposas (si tenían suerte) se enteraban del estado de sus amantes o esposos con años de diferencia de los acontecimientos que los afectaban. Las que no tenían suerte simplemente quedaban bendecidas por la eterna ignorancia de lo que sucedió. Con las descomunales distancias que nos separan de las estrellas más cercana, la comunicación puede ser un asunto que tomará años en resolverse.
Esta pregunta intrigó a un joven animador de juegos a finales del siglo XX. Este hizo lo que parecía imposible de hacer en esa época (y en esta es aún más difícil). Tras un esfuerzo de dos años con una Power Mac G4, con la ayuda de su esposa en las voces y la intervención de un excepcional músico llamado Temnon, Makoto Shinaki libero a todo el publico Voces de una Estrella Distante en el canal de Animax en el 2002. Una obra de ciencia-ficción de bajo presupuesto sorprendió a fans y críticos de la animación japonesa de una forma en que no lo había hecho algo antes En los tiempos en que grandes presupuesto habían emitido Gundam SEED, Full Metal Panic y Vandread con grandes efectos en computadora; este esfuerzo no tuvo nada que envidiarle a todas estas obras de robots, pero a diferencia de ellas tenía una enorme profundidad en su temática. Porque en 24 minutos de obra, él puso en evidencia una relación a distancia, donde la comunicación entre sus amantes se podía medir en años.
Inicio! Spoilers!
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Mikako Nagamine y Noboru Terao son dos muy cercanos amigos que han vivido muchas cosas juntos. Ambos están en sus 15 para el año 2046, para ese momento la Tierra se encuentran en una situación de emergencia por el encuentro de una raza alienígena conocida como los Tarsis (el primer lugar donde se encontraron en la región de Tarsis en Marte). Mientras discuten sobre el peligro y se felicitan porque van a asistir a la misma escuela, Mikako le confiesa algo perturbador a su mejor amigo. Ella ha sido elegida en la lotería para escoger a los pilotos que tripulara uno de los cruceros estelares que cazaran a los Tarsis a las afueras del Sistema Solar (basados en su tecnología).
Ojo! Spoilers!
Durante los siguientes meses, Mikako y Noboru se comunican vía mensajes de texto, pero las distancias van afectando el proceso de respuesta de ambos amigos. Conforme ella entrena y se prepara para la pelea contra los Tarsis, expresa sus dudas y su deseo de volver a encontrarse con su amigo de la infancia. Pero, cuando llegan a la órbita de Plutón, una flota Tarsis obliga a la flota de la Tierra a saltar de emergencia a un año luz de distancia. La joven Mikako queda destrozada al encontrar el tiempo que tardará en llegar su siguiente mensaje a Noboru (un año), mientras el joven se debate por la incertidumbre de continuar amándola debido a la distancia.
Ojo! Spoilers!
De salto en salto, la flota llega al planeta Argatha en el sistema de Sirio. Aquí Mikako de 15 años aprovecha para enviar un mensaje de felicitación a su amigo por su cumpleaños número 24 (el mensaje tardará ocho años y 225 días en llegarle a la Tierra). Mientras ella llora y se lamenta por la perdida de su amor y sus recuerdos en la distancia; su yo más joven se aparece para consolarla. Cuando ella pregunta si alguna vez podrá decirle "Te amo" en persona, la imagen confiesa que lo logrará. En ese instante la imagen se transforma en un agresor Tarsis. Una flota inmensa aparece frente a las naves de la Tierra, que destruye todas excepto a la Lysithea (la nave en que se encuentra comisionada); y ella debe luchar para evitar su destrucción.
Ojo! Spoilers!
Han pasado los ocho años. Noboru ha terminado sus estudios de cadete y será comisionado a una nave especial que buscará y rescatará a la Lysithea (por las noticias se sabe que es la única de los enormes cruceros que sobrevivió el combate tras la victoria en torno al planeta Argatha pero que no puede hacer el salto de regreso). Para ese momento le llega el mensaje de ocho años de Mikako (sólo las dos primeras líneas). Con la esperanza puesta en el futuro y en imágenes combinadas ambos esperan encontrarse algún día en ese lugar y cumplir la promesa. Como evento final, en el manga Mikako recibe la noticia de que ha llegado el equipo de rescate de la Tierra, y observa la lista de oficiales donde encuentra el nombre de su Noboru. Con esta confirmación ella está segura de que finalmente todo saldrá bien entre ambos.
Fin! Spoilers!
A pesar de las carencias de esta obra (hay escenas que se repiten numerosas veces), de que tuvo que exponer la trama a prisa por la brevedad del relato y de que los efectos han sido superados; esta ha causado un gran impacto entre los aficionados por un par de razones. La primera son los ambientes de la obra, espectaculares y sobrecogedores. Tanto en el espacio como en los planetas, el ambiente es uno de los fuertes del director, lo cual se verá reflejado en futuras obras. El segundo aspecto es la música, donde
Tenmon muestra su veterania como ambientador de juegos, lo que le brinda un gran acompañamiento a los efectos especiales, de sonido y a la obra.
La primera vez que la pude contemplar, la obra sacó un par de suspiros de mi boca, algo muy diferente a lo que en su momento ofreció
Candidate for Goddess (que me provocó más bien decepción durante su emisión de 12 capítulos por su final abierto).
Makoto Shinkai nos ofrece una historia de amor a la distancia, donde la separación de años provoca que los amantes deban esperar y rezar por el bienestar de su otra mitad. Él completo este breve relato en una obra manga, donde respetó la obra original y le dio un cierre más formal a esta. Por esta razón, en sus más de 10 años desde su emisión, es bueno pasarse por esta obra, recordar que con deseos y habilidad cualquiera puede realizar sus sueños. De eso puede dar testimonio el director, qué es ahora considerado una de las promesas de la animación moderna en Japón.